Medicina Ortomolecular antiedad

Debe ser lo más temprano posible, alrededor de los 30-35 años, donde se inicia el declive hormonal, que, si bien no produce síntomas, es parte del paso del tiempo.

A partir de los 30 años, los famosos radicales libres, empiezan a aumentar. Nuestro trabajo podría asemejarse: cuando plantamos una planta en mal estado, por mas que abonemos la tierra, le demos el sol que necesita y todos los cuidados que requiera. Las hojas van a mejorar su aspecto, pero nunca va a ser una plana sana. En cambio, si continuamos con los cuidados pertinentes, todas las nuevas hojas que broten o los gajos que se puedan sacar de la mima, van a poder ser sanas, renovadas, fuertes y funcionales. En nuestro organismo pasa lo mismo, algunas cellas no van a poder “curarse” pero si podremos hacer cuando se recambie las células, entendiendo que cada parte de nuestro cuerpo tiene un ciclo especifico, las mismas serán sanas o con el menor deterioro posible.

El proceso de envejecimiento también trae consigo, la perdida de la densidad mineral ósea, baja en el musculo (sarcopenia) y acumulación del tejido graso. 

A medida que envejecemos, los radicales libres se acumulan, generando daño oxidativo (daño celular, el cual se acumula). Esto es producto de la disminución de antioxidantes celulares, que son capaces de neutralizarlos. Los mismos pueden venir de la dieta y la suplementación.

Deben ser tratamientos supervisados por un MEDICO, debido a que el exceso de antioxidantes también es perjudicial para la salud. Debido a que es necesario una dosis de estrés para la supervivencia.